Como se puede observar, ambas esculturas son similares, aunque la de arriba es más esquemática, reduciendo las formas a volúmenes básicos, |
Yo descubrí a Baltasar Lobo, genial escultor y también dibujante, ilustrador (ilustró la edición inglesa de Platero y yo), de manera casual, cuando mi pareja vivía en Zamora. La ciudad castellana intentaba, y lo consiguió, crear un museo donde exponer la obra del genial artista de Tierra de Campos. No recuerdo en cual de las maravillosas iglesias se llevó a cabo la exposición temporal de la obra escultórica del exiliado zamorano, creo recordar que esta primera compilación de la obra se hizo en una iglesia, pero si guardo nítidamente en mi memoria la tremenda, y muy favorable, impresión que me causó el trabajo del artista que hoy ocupa la página de mi blog.
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